Monday 8 October 2007

Canciones para no dormir la siesta

"Fonografía de Canciones para no dormir la Siesta"



"Canciones para no dormir la siesta" 

Más que una leyenda callejera.



INTEGRANTES

La formación inicial de Canciones para no dormir la siesta, integra por orden alfabético a Jorge Bonaldi, Horacio Buscaglia, Nancy Guguich, Leticia Laurenz, más conocida en esa época como "Leticia" , Gonzalo Moreira, Jaime Roos y Walter Venencio.
(De la formación inicial, al disolverse Canciones, solamente quedaban tres de esos integrantes). La última formación, a partir de 1988 y siendo una de las más estables, tiene como base por orden alfabético a Jorge Bonaldi, Susana Bosch, Coco Fernández, Nancy Guguich, Gonzalo Moreira, Guzmán Peralta y Carlos Vicente.

Fugazmente la integraron Pippo Spera, que realizó una brevísima temporada en 1976 y Urbano Moraes, que incluso llegó a hacer algunas grabaciones que después no se publicaron. Aparentemente no se pudo adaptar al grupo y por esa situación se alejó.
Esos dos músicos entraron porque en 1975 Jaime Roos y Jorge Bonaldi se fueron a España para conformar el conjunto Patria Libre, junto a Jorge Lazaroff y Raúl Castro.

FUERA DE FRONTERAS

Las incursiones en el exterior fueron increíblemente muy pocas. Se registran algunas apariciones en Buenos Aires, en el Estadio de Obras Sanitarias, en medio de una gran embajada musical y alguna presentación en la cancha de River, en época de la Dictadura, y poco más.
Quizás la perspectiva de Canciones hubiera sido, para seguir adelante, el insertarse en la plaza porteña, donde seguramente su carrera habría sido eternizada por el gran mercado. Pero ninguno de sus integrantes estaba dispuesto a radicarse en Buenos Aires. Se prefirió intentar la televisión como forma de perpetuarse y la televisión no funcionó, por las causas que anotamos y porque Canal 10 tampoco tenía, en ese momento, una buena estructura de ventas para un producto que era muy vendible. La situación de auto-libretistas era incómoda para los cantantes. No se contaba con libretistas externos, con oficio y conocimiento de la interna grupal. El programa de Canciones le llegó tarde al grupo, y éste no pudo hacer el esfuerzo necesario como para sobreponerse a esa tardanza.

LA HERENCIA

El grupo dejó el antecedente de haber sido el conjunto que implantó la modalidad "recital de música para niños", con todo el aderezo y con todas las características muy particulares que debe tener ese tipo de actividad. No es lo mismo hacer un recital de música para adultos que hacer un recital de música para niños. Hay una serie de coordenadas muy distintas que Canciones para no dormir la siesta demostró que debían ser respetadas y que era conveniente tener en cuenta. Cosas tales como sustentar el interés de la audiencia a través de la participación directa del público en la configuración del espectáculo. El niño y el adulto que lo acompañaba pasaban muchas veces a formar parte del mismo, cosa que después adoptaron otro tipo de agrupaciones como por ejemplo la Antimurga BCG, en la que claramente se ve una influencia de Canciones - diversificada - en lo que tiene que ver con el contacto físico con el público. Dejó en los pocos uruguayos que continuaron haciendo música para niños, las bases para desarrollar un oficio.

Probablemente, sin tanta resonancia como tuvo el grupo en su momento, los viejos integrantes de Canciones - Jorge Bonaldi, Susana Bosch y Nancy Guguich - y aún algunos que no lo eran, como Mariana Ingold o Julio Brum, recogen muchas influencias y las desarrollan en algún sentido. Quizás los más coherentes espectáculos de música para niños se vieron después de la disolución de Canciones. Quizás no fueron tan vistosos ni tuvieron tanta repercusión masiva, pero fueron mucho más afinados en una serie de conceptos, tanto en lo musical como en lo estético. Tal, el legado en cuestiones fundamentalmente técnicas. En lo que tiene que ver con cuestiones anímicas y emotivas, en la población hasta el día de hoy, año 2000 casi, se percibe un recuerdo y un afecto que no ha variado.

Probablemente sería un gran éxito hacer un revival de Canciones para no dormir la siesta a diez años casi de su desaparición. Quizás sería un gran éxito y probablemente un gran negocio hacer una tribuna Olímpica del Estadio Centenario, o diez o quince Teatros Solís, giras por el interior y videos. Esa es una posibilidad que queda abierta. Es muy discutible si se deben hacer esas cosas o no, porque a veces pueden llevar a decepciones como ha pasado con otros grupos que lo han intentado en nuestro medio, pero es una posibilidad de futuro.

MUSICA PARA NIÑOS

El gran mérito de Canciones para no dormir la siesta fue el haber sentado las bases de lo que podríamos llamar la existencia regular de recitales en vivo de música uruguaya para niños. Si bien el repertorio inicial no era estrictamente de música uruguaya, sino más bien adaptaciones y algunas composiciones propias, después se pasó a una canción uruguaya de autor para niños.

Inicialmente, Canciones para no dormir la siesta al debutar en la sala Mercedes de El Galpón, estaba concebido como un espectáculo para niños donde ya se preveía que no se iba a manejar un hilo argumental, como era habitual en las obras de teatro para niños. El formato de tipo revisteril que trajo Canciones estaba derivado de la creencia de que no era conveniente intentar sustentar durante una hora y media o dos la atención del niño a través de una obra de tipo argumental. Se pensó, en ese entonces, en hacer algo mucho más dinámico, como pequeños cuadros auxiliados por la música y fundamentalmente por la canción.
El tiempo y el devenir de las cosas fue transformando a Canciones para no dormir la siesta en un verdadero conjunto de música para niños con un sonido propio. La aportación estética no fue muy importante, pero si existió un sonido propio y ese sonido tiene su origen en Walter Venencio, integrante desde 1975 hasta 1979, notable músico injunstamente olvidado. Las desavenencias internas casi constantes a lo largo de 15 años, a la par que la permanente generación de micro-situaciones de poder dentro del grupo, motivaron el alejamiento de distintos músicos de real valía. También la de Venencio.

Canciones pertenece a una generación de artistas músicos, que se plantó encima de los escenarios de una manera muy distinta a como lo venía haciendo la generación precedente, de `cantores de protesta´. Pertenece a la generación de Los que Iban Cantando y otros artistas que lograron vínculos muy distintos con el público y con el manejo del espacio físico y de las plateas. Generó otro tipo de relaciones, llegando al contacto físico conla audiencia, cosa hasta el momento inédita

El impacto de Canciones para no dormir la siesta es, entre otras cosas y fundamentalmente, emotivo y masivo. Dentro de la población uruguaya, en todo el país, fue un grupo de incidencia masiva, pues con el paso del tiempo la gente tomaría su trabajo como referente para el entorno familiar y la formación de los niños en el entorno escolar. También en el plano anímico; no hay que olvidar que Canciones para no dormir la siesta tuvo su impacto fundamental en una época muy particular: la Dictadura. El éxito inmediato del grupo se debió a que, de una manera absolutamente premeditada, Canciones proponía exactamente lo contrario que lo que proponía la Dictadura. La propuesta más visible era el optimismo, la ligazón entre las personas, un cierto aire de desobediencia civil; y esto era exactamente lo contrario de lo que promovía el régimen militar: el aislamiento de la gente, el miedo, el terror, la disgregación y la negrura. A esto Canciones para no dormir la siesta oponía un brillo que la gente percibió de inmediato.

Es curioso como, a través de un espectáculo para niños, se pudo generar una situación tal de desacomodo de lo que proponía el régimen, que en sus primeros tiempos, en el primer año de existencia, Canciones resulta espiado por la Dirección de Inteligencia y Enlace, siendo uno de los primeros números artísticos, según se cuenta, en sufrir semejante situación.Todo esto se convertiría en una especie de marca, de sello de fábrica que, con el tiempo, llevó al conjunto a los escenarios más grandes y a situaciones tales como realizar funciones en trasnoche, exclusivamente para gente adulta, sin variar el material que se manejaba con los niños. Tal, el origen de la leyenda callejera que hoy tiene Canciones.

HACIENDO HISTORIA

La trayectoria montevideana se inicia en 1975 (19 de junio) en la sala Mercedes del Teatro El Galpón, con llenos permanentes, pasando luego, brevemente, a la sala grande.

En los primeros meses de 1976, se produce la arremetida contra la cultura por parte de la Dictadura. Se clausuran y se expropian las dos salas de El Galpón, lugar donde en esos momentos, Canciones, que ya había integrado a Pippo Spera y a Susana Bosch, estaba haciendo el inicio de la temporada. Resultado, los instrumentos quedan secuestrados dentro de la sala grande del teatro. Por precaución, durante un tiempo, el matrimonio de Nancy Guguich y Horacio Buscaglia (militantes del Partido Comunista), se radica en Buenos Aires, más que nada como medida preventiva. Eso da lugar a una disolución temporaria de Canciones, que se prolonga hasta 1978.

En el interim (1977), Horacio Buscaglia dirige un espectáculo a dúo de Susana Bosch y Walter Venencio que se llama "Para cuando llueva", que de alguna manera da una continuidad a lo ya empezado con Canciones. De alguna manera, ellos perpetuaron el recuerdo de Canciones para no dormir la siesta, en un momento en que se relanzaba la canción popular a través de lo que se llamó el Canto Popular.

En 1978 la vieja guardia del grupo es convocada nuevamente a conformar el espectáculo. Jaime Roos ya estaba radicado en Europa , pero Bonaldi retorna a Montevideo en 1977 para conformar Los que Iban Cantando y luego se reincorpora a Canciones para no dormir la siesta. Se reformula el conjunto con Gustavo Ripa, que permaneció hasta 1988 y por ausencia de Susana Bosch, se suman Jorge Lazaroff con Cecilia Prato, hasta fines del 80 cuando abandonan el conjunto. Queda así una formulación más estable que integra también al "corto" Buscaglia en escena hasta el año 1985, en que opta por marcharse para dedicarse a otro tipo de cosas. Se consolida así un sexteto con: Bonaldi, Bosch, Guguich, Moreira, Ripa y Vicente; esa fue la médula, la espina dorsal de los grandes momentos que vivió Canciones para no dormir la siesta, haciendo espectáculos en el Palacio Peñarol, en el Estadio Centenario, etc, etc. En los años 78, 79 y 80, el conjunto se radica en el Teatro Circular.

"Canciones para no dormir la siesta 1979"

01-Vengan niños
02-Candombe de Juana
03-Si usted tiene
04-La Feria de Tristan
05-Principe Azul
06-Sal de ahi chivita
07-La Orquesta de Manolo
08-Porque asi me gusta a mi
09-Coyita cantor
10-Tres hojitas
11-Fidilalala
12-Sobre nubes
13-Por Martin y porque si.

Thursday 4 October 2007

Orquesta Filarmonica de Montevideo

"Fonografía de La Orquesta Filarmónica de Montevideo"


Galas de Tango II

01.La cumparsita
02.Presentacion
03.Mi vieja viola
04.Volver
05.Verano porteño
06.Nocturno a mi barrio
07.Maria
08.Malena
09.La bordona
10.Mi noche triste
11.EL motivo
12.Melancolico
13.Bandoneon arrabalero
14.Naranjo en flor
15.Barrio Viejo
16.Que me van a hablar de amor
17.A don Agustin Amargo
18.Presentacion
19.Arrabal amargo.

Orquestango 2 2004


Conductor:Federico Garcia Vigil
Bandoneon:Daniel Binelli
Piano:Polly Ferman
Guitar:Sergio Fernandez Cabrera.

01.Fracanapa
02.Concierto de piano nr. 1
05.El Choclo
06.Adiós Nonino
07 a 09.Tres movimientos concertantes para bandoneón y orquesta.


Orquestango 3/2006
Compuesta por cien integrantes, la Orquesta Filarmónica de Montevideo es un instrumento al servicio dela comunicación cuya misión consiste en generar productos culturales que colmen la sensibilidad de nuestra sociedad a través de la música sinfónica, creando puentes con el tango, el jazz, la murga y el candombe. Orquestango surge como un espectáculo instrumental que apunta al llamado Tango Progresivo que de la mano de Astor Piazzolla revolucionó el mundo del 2 por 4 a partir de fines de los 50. Orquestango da cabida a las propuestas innovadoras que promueven un desarrollo del género con un especial acento en lo musical, fomentando las nuevs creaciones.
Este disco es producto del concierto llevado a cabo el martes 13 de setiembre de 2005 en el Teatro Solís, ocasión en la cual tuvo el estreno absoluto de dos obras para bandoneón solista de autores de autores uruguayos: New York Gotan de Raúl Jaurena y Conversaciones con Schopenhauer de Rodrigo G. Pahlen. Los mismos autores oficiaron también de intérpretes: Raúl Jaurena como Bandoneón solista en ambas obras y Rodrigo G. Pahlen como piano concertante de su creación. La segunda parte del concierto luego de la que realizara muchos años atrás el propio compositor.

Orquestango 3: Es una nueva edición de un clásico. En esta oportunidad la Orquesta Filarmónica de Montevideo interpreta piezas como Réquiem a la ciudad de New York, La voluntad, Moderato, entre otros. Es una oportunidad de escuchar excelentes musicos interpretando nuevas obras. Siendo este el tercer volumen.

Protagonistas: Orquesta Filarmónica de Montevideo
Rodrigo G.Pahlen: piano
Raúl Jaurena: bandoneón
Daniel Lasca: violín
Oliver Ybani: violonchelo
Carlos Alberte: flauta
Artigas Leal: trombón


Piezas:
Conversaciones con Schopenhauer
1-La voluntad
2-La contemplación
3-La impertinencia


New York Gotan
4-New York
5-Réquiem a la ciudad de New York
6-Gotan


Concierto para bandonéon y orquesta
7-Allegro marcato
8-Moderato
9-Presto